El turismo gastronómico es una modalidad emergente de turismo muy demandada en la primera década del siglo XXI en la que el turista busca degustar los productos alimenticios típicos de la zona geográfica que visita, conocer el proceso productivo y disfrutar del patrimonio cultural y culinario de esos lugares.
Andalucía es una potencia en turismo y en la producción de alimentos de calidad. Esta actividad, tan importante para Andalucía, no vende camas de hotel, lo que vende son experiencias, vivencias, recuerdos, que viajan en un rinconcito de los cerebros de los viajeros, y en sus fotografías, hasta sus países de origen. Sabores infinitos, no por las distancias sino por el gran abanico de placeres gustativos , dicen que en la ciencia gastronómica, aparentemente, está todo por descubrir. La gastronomía Andaluza viene marcada por los acontecimientos históricos que esta tierra ha tenido que superar,es un cruce de culturas que han aportado riqueza a su gastronomía.
El mar ha sido otro de los abastecedores de la cocina tradicional y sigue siéndolo actualmente. De esta riqueza podemos destacar las tradicionales sopas, los pucheros, las ensaladas, las paellas, los escabeches, los pescados y las carnes bravas; a los que hay que añadir un gran número de vinos y quesos, y una amplia variedad de postres. Otra de nuestra señas de identidad “el tapeo”, que irrumpe desafiando descaradamente a la cocina tradicional, con innovación y creatividad, que se incorporará a nuestra rica historia gastronómica.